03 Dic Finalización de los tratamiento de reproducción asisitida
Es una realidad que cada vez se busca el bebé más tarde, cuando una pareja aparece por la consulta casi siempre ha rebasado la treintena, y a su problema particular se añade el problema general: con la edad disminuye la capacidad de fecundar.
La Medicina de la Reproducción ayuda a engendrar pero, evidentemente, la esterilidad y la infertilidad se dan, algunas parejas abandonarán el tratamiento porque se han puesto un límite físico, temporal o económico y otras lo harán porque simplemente son estériles y con o sin tratamiento nunca podrán tener hijos.
Existe un elevado nivel de desconocimiento a nivel general e incluso entre las personas afectadas, sobre las técnicas de reproducción asistida, sus posibilidades y limitaciones y su tasa de éxitos y fracaso. Este último aspecto intensifica las consecuencias emocionales de los tratamientos de infertilidad ya que genera unas elevadas e irreales expectativas de éxito. Por desgracia, a veces también alimentadas por clínicas privadas con ética limitada y por una publicidad distorsionada y errónea de las personas «famosas».
Lo cierto es que existe más posibilidad de desarrollar un trastorno psicológico cuanto mayor es el número de ciclos realizados, es decir, cuanto mayor es el tiempo dedicado a resolver la esterilidad sin resultado positivo, más se debilita la persona y la pareja. De igual manera que ocurriría en cualquier ámbito de la vida, si una persona dedica años a buscar un trabajo y no lo encuentra, se debilitaría igual. La respuesta emocional de una persona ante un factor estresante, el que sea, perdida de un trabajo, de un ser querido, enfermedad física, fertilidad… dependerá de su personalidad y de las características específicas de su entorno.
También cierto que hombre y mujer se enfrentan de manera diferente al fracaso y que igual que al principio puede haber ocurrido que uno de los dos estuviera más ansioso por hacer el tratamiento que el otro, puede también suceder que uno de los dos esté listo antes que el otro para aceptar una vida sin hijos o recurrir a la adopción. Estas son decisiones puramente individuales y pueden ocurrir en diferentes momentos para cada uno.
¿Qué es lo primordial? Aprender a escucharse el uno al otro y que haya una comunicación clara entre la pareja y con el equipo médico. ¿En qué puede ayudar el psicólogo de reproducción asistida? Básicamente a limitar las expectativas de éxito, a dar herramientas para soportar el estrés de los ciclos y en acompañar a la pareja cuando llegue el momento de aceptar la situación e interrumpir el tratamiento. Porque se quiera aceptar o no, hay un porcentaje de parejas que tras muchos tratamientos no consiguen el embarazo.
Es importante resolver el duelo del abandono y seguir con la vida de la manera más sana posible, con o sin hijos.
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